Barrakosland

Ongi etorri herri honetara!! Bienvenidos a este resumen del país de los jabalíes, o de los machos de jabalí, barrako en euskara. Animal característico del lugar, con el cual se identifica a los naturales de la zona; su personalidad, forma discreta de vida, fortaleza, adaptado al medio rural de montaña en el que vive, cría y se desarrolla,... Símbolo que refleja la vida de los aborígenes del Norte de Navarra, a su imagen y semejanza vivida, nos guste o no, ya que hemos sobrevivido, igual que ellos, algo que no es poco.







miércoles, 25 de mayo de 2011

Orhi

El monte Ori, el "dos mil" más occidental del Pirineo, se muestra imponente y esbelto.

Su cumbre, a la que se accede en apenas una hora desde el aparcamiento situado en el alto de Larrau, ofrece unas excepcionales vistas sobre la Selva de Irati y los picos cercanos. Si el día está despejado podrá incluso contemplar el Moncayo o el mar Cantábrico.

Más difícil resultará toparse con los personajes que la mitología vasca atribuye a este lugar. Ori es el refugio de Mari, diosa de los genios de la naturaleza, y de Basajaun, el señor del bosque.




El monte Ori (2.017 metros) se alza majestuoso al noreste de Navarra, en el borde de la frontera con Francia.

Ori es una montaña de fácil acceso y muy agradecida debido a sus excepcionales vistas sobre el tapiz de colores de la Selva de Irati y las cercanas cumbres del Anie, la Mesa de los Tres Reyes o el Acherito. En días despejados, la vista llega hasta el Midi d´Ossau, el Moncayo e incluso Pau (Francia) y el mar Cantábrico.

Según la mitología vasca, este monte es la morada de Mari, la diosa de los genios de la naturaleza y de Basajaun, un genio que eligió el interior de los bosques para mostrar su ser bondadoso o, en ocasiones, su faceta más maligna.

Diez kilómetros al norte de Ochagavía, justo antes de comenzar la ascensión del Puerto de Laza, un desvío a la izquierda le conducirá hasta el alto de Larrau. Desde el aparcamiento podrá acceder a pie hasta la cima en apenas una hora. El sendero no tiene pérdida. Se trata de una ligera subida por prado que sigue la arista sudeste de la montaña y que se empina algo más en la parte final hasta llegar a la cima, llana y alargada.


La vertiente navarra es herbosa y contrasta con el precipicio que cae de manera vertiginosa hacia Francia y sobre el que es fácil presenciar el vuelo majestuoso de buitres y alimoches.

Si desea realizar una excursión más larga, puede continuar hacia el rocoso Zazpigaina. Para ello, hay que dirigirse hacia la brecha de Alupiña (1h.10´). La subida hasta lo más alto de esta cima es corta. Para regresar a Larrau hay que tomar el sendero que atraviesa la ladera. Pasa junto a unos abrevaderos y se adentra en varias vaguadas. Puede ascender al Orittipia (2h.10´), que por este lado muestra su vertiente más sencilla. Después de un breve descenso llegamos al aparcamiento de Larrau (2h.25´).



Los valles de Salazar, Roncal y Aezkoa

Aproveche la ocasión para visitar el Valle de Salazar: callejear por pueblos del encanto de Esparza, Ezcároz y Ochagavía, acercarse al santuario románico de Nuestra Señora de Muskilda y adentrarse en la Selva de Irati, uno de los mayores tesoros naturales de Navarra. Si es aficionado al esquí de fondo, en la antigua aduana de Pikatua, unos kilómetros antes de llegar al alto de Larrau, comienzan las pistas de Abodi-Salazar.

También puede conocer los cercanos valles de Roncal y Aezkoa, donde sus habitantes mantienen las formas de vida y tradiciones de sus antepasados. En la vertiente francesa se encuentran las gargantas de Kakueta y el cañón de Holtzarte, de indudable belleza y fácil acceso.



















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