El Arte rural vasco tiene muchas formas de entender la Naturaleza y el entorno en el que se mueve, de expresar lo que ella nos transmite y enseña. Nos hace sentirnos vivos, útiles en un entorno calificado de hostil por el hombre moderno; climatología dura, poco contacto humano, materiales difíciles de trabajar y de adquirir, zona desfavorecida y olvidada,... Lo que se hacía o construía era de utilidad, necesario para vivir, imprescindible.
No había lugar para muchas florituras ni trabajos en balde, lo cual no quiere decir que las personas no tuvieran inquietudes, ni que lo bonito o lo bien trabajado no gustara. Todo lo realizado tenía, y tiene, esa parte implícita, aunque muchas veces no se supiera o parecía que no era tenido en cuenta. Los Antiguos, que ya practicaban este modo de vida, incluso más rica, hace miles de años, son buena muestra de ello, aunque nos sigan pareciendo trogloditas sin cabeza ni sentimientos. Muchos estaban aquí mismo, llenando nuestra genética de sensibilidad, observación, disposición, cariño a la Madre Tierra y sus habitantes,...
No había lugar para muchas florituras ni trabajos en balde, lo cual no quiere decir que las personas no tuvieran inquietudes, ni que lo bonito o lo bien trabajado no gustara. Todo lo realizado tenía, y tiene, esa parte implícita, aunque muchas veces no se supiera o parecía que no era tenido en cuenta. Los Antiguos, que ya practicaban este modo de vida, incluso más rica, hace miles de años, son buena muestra de ello, aunque nos sigan pareciendo trogloditas sin cabeza ni sentimientos. Muchos estaban aquí mismo, llenando nuestra genética de sensibilidad, observación, disposición, cariño a la Madre Tierra y sus habitantes,...
A primera vista el arte aquí pasó de largo. No existen grandes monumentos, ni catedrales, ni ornamentos ostentosos. Lo que hay es el arte de aquí, y todo lo que hay aquí es arte, se mire como se mire. Las casas y bordas, hórreos, muebles, puertas,... todo es común pero no vulgar; no son cosas especiales pero sí únicas.
Es arte para entender y admirar en su entorno y con su idiosincrasia; de gentes alegres, reservadas, pragmáticas que, al igual que sus antepasados, de los más antiguos de Europa, primaban la humanidad, sus valores sociales y culturales. Unidos al saber trabajar la tierra para comer, aprovechar la Naturaleza para lo mismo, para disfrutar, relacionarse, vivir,... ¿Felizmente?
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